Entorno

Jávea/Xàbia

Jávea es sobre todo un clima y paisajes excepcionales. Este destino turístico de calidad se encuentra en el punto justo entre una distancia prudente a los grandes centros urbanos y una proximidad relativa a vías de comunicación (N-332, AP-7, tren Alicante-Dénia...). Desde los años 60 se ha convertido en un refugio para europeos que han decidido convertirla en su lugar de residencia. A ello ha ayudado el paisaje que ha sido retratado en multitud de ocasiones por pintores de la talla de Joaquín Sorolla. Cuenta con una amplia riqueza cultural gracias a monumentos como la iglesia de San Bartolomé o la del Loreto, el Museu Arqueológico y Etnológico, todo el Centro Histórico... En este enlace puedes encontrar más sitios que visitar.

Y fuera del casco urbano destacamos los miradores desde los que se puede disfrutar de unas vistas inigualables.

Asimismo también hay que tener en cuenta las fiestas tradicionales que tienen lugar en mayo (en honor al Nazareno), junio (las Hogueras de San Juan), en julio (los Moros y Cristianos) y en septiembre (dedicadas a la Virgen del Loreto).

Playas

La variedad de playas es una de la características de Jávea. Por una lado, existe la Playa del Arenal que es de arena como su nombre indica y en la que están situados los principales locales de restauración y ocio de la localidad así como el Parador Nacional. Por otro lado, en el Puerto está ubicada la Playa de la Grava. Es de cantos rodados y está justo al lado del club náutico. Desde el Puerto hasta el Arenal se extiende todo un cordón litoral conocido como Primer Montañar que hace las veces de playa y de balcón precioso al mar. Este paisaje se repite en el Segundo Montañar, que acaba en la Cala Blanca (o Caleta), un paraje perfecto para huir de las grandes aglomeraciones. Más hacia el sur se encuentran, en primer lugar, la Cala del Portichol o de la Barraca. Es una de las más espectaculares y originales por su proximidad a la isla a la que da nombre y las antiguas casas de pescadores que existen en la misma cala. Finalmente, la cala más meridional de Jávea es la Granadella. Este excepcional rincón del Mediterráneo fue elegido como la mejor playa de España en 2012. No se trata solo de una playa sino que además cuenta con un parque natural local en el que se puede practicar el senderismo, la bicicleta de montaña o la carrrera de montaña. En el paisaje destacan los acantilados y el antiguo castillo.

Deportes náuticos y submarinismo

La bahía de Jávea es lugar perfecto para la práctica de multitud de deportes náuticos. En el propio club náutico existe una Escuela de Vela con mucha tradición. Durante el verano también es posible alquilar embarcaciones y motos acuáticas en varios puntos y poder disfrutar de una vuelta por la bahía. Además, en Jávea existen varios centros de submarinismo que ofrecen bautismo y cursos con los que descubrir las maravillas que esconde el fondo del mar.

Golf

La oferta de golf de Jávea es una de las mejores de la Costa Blanca ya que en su mismo término municipal se encuentra el campo de golf que dispone de 9 hoyos y fue inaugurado en 1981. Destacan su gran número de búnkers. Y por otro lado existe el campo de golf de La Sella, que cuenta con tres recorridos de tres hoyos diseñados por José María Olozábal.

Parque natural

Cualquier panorámica de Jávea tiene casi siempre como protagonista el Montgó, una montaña que fue declarada parque natural en 1987 y cuyo espacio protegido alcanza las 2.117 hectáreas. Es un paraje de una riqueza faunística y floral (con más de 650 especies) inigualable. El Montgó sigue hasta el mar a través de la reserva marina del Cabo de San Antonio desde cuyos acantilados impresionante se puede vislumbrar Ibiza en los días claros.

Gastronomía

En Jávea se puede disfrutar durante todo el año y sobre todo en verano de la cocina local. Son muchos los restaurantes que preparan platos basados en la tradición de la dieta mediterránea muy sabrosa y saludable. Los ingredientes estrella son los pescados de la bahía y los platos con arroz (las paellas, los caldosos y los melosos). También cabe destacar los postres, la mayoría preparados con almendra y que recuerdan la huella morisca.